MODOS & MEDIOS | Natacha Mazzitelli

Continuamos con la creadora Natacha Mazzitelli, y su proyecto Negro, esta sección que nace para dar a conocer las herramientas y procesos empleados en proyectos artísticos: Modos & Medios. Un punto de encuentro en el que compartir experiencias y saberes, para alentar a quienes quieren desarrollar propuestas no iniciadas y propiciar el diálogo con quienes ya lo han hecho.

Si quieres compartir un proyecto artístico y su proceso, escríbenos a info@inquiremag.com

Bienvenida Natacha, ¿cómo te defines como creadora?

Soy una persona sensible a todo gesto de la naturaleza, más que una creadora, soy una albacea de imágenes mentales que voy tratando de desenredar en mis trabajos, de ahí que el hecho de crear se vuelva altamente autorreferencial y presencial en ciertas ocasiones.

¿Por qué utilizas la fotografía en tus trabajos?

Mi trabajo se divide en dos fases: la primera, la creación de la escena; la segunda, el acto fotográfico en sí.

Si tomamos en cuenta esta premisa, partimos de la certeza de que el objeto va a ser desarmado apenas haya sido captado por la fotografía. Sobre esta metáfora elaboré este proyecto, la imagen como huella de algo que no está.

¿Por qué trabajas con el cuerpo y su representación?

Cuando tomas conciencia de que tu imagen es un elemento más dentro del campo de trabajo, ésta consigue de alguna forma “hacerse mediante los actos de representación”, expresión de José Luis Brea.

En ese estar dentro de su propia obra, es donde vuelve a configurarse un otro yo, el “yo obra”, pasa de constructor a construido, de un todo a un elemento que puede ser modificado.

Utilizo mi cuerpo como referencia de lo femenino, como construcción de un yo imaginario. Intento entablar un diálogo con la memoria aprendida y proponer un juego, un sutil juego con viejos vestidos de baúles cerrados hace tiempo, abanicos, vidrios y espejos, marcos de cuadros que flotan en el aire, mariposas, zapatos, pañuelos… Y el cuerpo estático, solitario. El cuerpo como envoltorio social del deseo, la dicotomía de entender que uno frente a los demás puede convertirse en quién quiera.

¿Cómo se inició? ¿cómo se desarrolló? ¿cómo evolucionó? ¿cómo surgen las diferentes partes de este proyecto?

Este proyecto se inició hace tiempo, tenía muchas fotografías en diferentes formatos y con una misma idea: la sinrazón, la capacidad mental de abstraernos de la realidad y fabricar, por así decirlo, imágenes mentales de deseos no concretados.

En cuanto a lo técnico, casi todas ellas eran diapositivas en 35 mm escaneadas y en color, todas realizadas con un mismo objetivo pero de diferente factura. Entonces apareció el retoque digital uniéndolas en un mismo agujero desde el cual uno podía espiar ese paisaje mental que estaba describiendo.

Así comencé a desengranar esta idea con el fin de acercarme desde la lejanía a una imagen posible o no que transmitiera cierto desconcierto.

Negro.

La serie es una secuencia de fotografías que relatan una historia. Comienza con esta primera imagen tomada en diapositiva en estudio. Sencillamente es la foto que introduce el relato onírico de una mujer sin rostro en la que todos sus sentidos se desarrollan en las dos imágenes que siguen.

Retoma el relato una cuarta toma con licencia de de-construir lo anterior y cantar en ese cuchillo la muerte inconsciente de su propio yo.

Esta quinta imagen continúa la narración dónde ya la cabeza está completamente bloqueada y solo queda el cuerpo para introducirse en la sexta y séptima instantánea de la serie.

Y finalmente, como si de un bucle se tratara, aparece la última fotografía que nos remonta a la primera por un sinfín de razones que el/la espectadora detectará cuando vuelva a ver la serie desde la primera foto.

En fin, si tuviera que elegir una imagen mental para describirla sería una nadadora en un mar de magma negro en donde a veces su cabeza se estira y sale a la superficie en busca de aire.